Entre los actores principales podemos ver a grandes estrellas como Jean Rochefort, Claudia Cardinale, y una joven Aida Folch; reparto que se completa con Chus Lampreave, Götz Otto y Christian Sinniger.
La historia nos sitúa en la Francia ocupada durante el verano de 1943, donde al sur del país, cerca de la frontera con España, se encuentra un viejo escultor, Marc Cros, que está cansado de la vida después de dos guerras. Un día su mujer Léa trae de la calle a una campesina española, Mercé, escapada de un campo de refugiados. La llegada de la joven le hará recuperar el deseo de volver a trabajar. En el taller del escultor la modelo y él establecen una cálida relación donde se plantean todos los temas que les rodean: la vida y la muerte, la juventud, la vejez, la sinrazón de la guerra… además de la búsqueda de la belleza en tiempos de horror, el sentido y la necesidad del arte.
Según los guionistas, el objetivo es “contar la película, construir nuestro estilo, en solidaridad con nuestro personaje, con su búsqueda de un arte pegado a la tierra. Huir de los habituales trucos narrativos, de la dramaturgia del cine de género, para intentar alcanzar la difícil sencillez que nuestro protagonista busca de forma obsesiva”.
Trueba ha comentado: “’El artista y la modelo’, es un tema frecuente del arte moderno. Picasso y Matisse han sido algunos de sus más asiduos frecuentadores. No se trataba de un ejercicio narcisista, pues era un tema que iba más allá del simple autorretrato”. La película, según el director “pretende ser una variación sobre este tema. Una variación cinematográfica”.
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