La semana pasada Joan Manuel Serrat ha sido nombrado doctor honoris causa en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido investido por su “contribución a la difusión de la poesía española y latinoamericana, su labor en favor de la convivencia de las lenguas castellana y catalana, su impulso y desarrollo de la música de autor y su gran influencia social y cultural”.
Estuvo apadrinado por Emilio Casares, director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales y musicólogo. Cuando Serrat entró en el paraninfo universitario el coro de la Complutense cantaba “Aquellas pequeñas cosas” y le estaban esperando Manuel Marín, presidente del Congreso de los Diputados; Esperanza Aguirre, presidente de la Comunidad de Madrid; la ministra de Educación y Ciencia, Maria Jesús San Segundo, Jesús Montilla, ministro de Industria; y el ex presidente del Gobierno, Felipe González.
Entre los que no se quisieron perder el acto estuvieron: Sonsoles Espinosa, mujer del presidente del Gobierno, Ana Belén y Víctor Manuel, Iñaki Gabilondo, Santiago Carrillo, Eduardo Bautista, Forges, Almudena Grandes, Trinidad Jimenez, Rosa León, Manuel Vicent, Cristina del Valle, Jose Manuel Caballero Bonald, etc.
Después del nombramiento Serrat confesó sentirse feliz y agradeció la distinción comentando: “Un hombre al que pagan por hacer lo que le gusta, más que un mérito, lo que tiene es una bendición”. También comentó que el sólo había seguido a Paco Ibáñez y Alberto Cortez. También tuvo palabras sobre temas de actualidad, sobre lo que comentó: “Deben recuperarse los valores democráticos y morales, y lo debemos hacer nosotros, la gente de a pie. Sabemos cuáles son los caminos que no debemos escoger nunca más. Si no lo hacemos nosotros, se ocupará de ello la naturaleza”. Sobre el movimiento 15 M dijo que es un “sorbo de aire fresco y un grito de atención; es responsabilidad de todos abrir los ojos y despertar a una sociedad adormecida; reclamar nuestro futuro.
Sobre un tema tan controvertido como es el idioma comentó: “A parte de ser catalán, ejerzo”; “Expresarse en catalán es tan natural como que las uñas crezcan. El catalán es una lengua y una cultura que sólo la intolerancia aisló”. El mismo se ha definido como “bilingüe y mestizo”, y aclaró que como mejor se expresa es en la lengua en que le prohíben hacerlo.
Carlos Berzosa le definió como “una persona amable y generosa, que celebra la vida brindando por las pequeñas cosas. Evoca aquello que ama, lo que no quiere perder, sus sueños. Y cuando escribe, canta a las cosas sencillas como la naturaleza, la vejez, el amor, el sentido de la vida, los recuerdos, alguno nombres de mujer…”.
Sobre su trabajo, Serrat comentó: “Cantando comparto lo que amo y me enfrento a lo que odio, pero en realidad canto por el placer de cantar, y eso es un privilegio”. “Disfruto mucho de algo tan simple como el cariño, y si para algo vale la pena vivir y hacer canciones es para querer y ser querido”, concluyó.
Antes de que comenzara el acto, Serrat adelantó que su nuevo disco se titulará “Maó”, que es un homenaje a la isla de Menorca, donde para muy buenos ratos. El disco tendrá una canción titulada “Si hubiera nacido mujer”, en la que plantea la lucha abierta contra la injusticia, ya sea por discriminación por sexo o por lo que sea; y en la que el artista se pregunta qué hubiera pasado se hubiera sido Juana en vez de Juanito.
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